Yong Ping Zhang, más conocido como Julio, el chef de Soy Kitchen, presenta su nuevo proyecto en Madrid junto a su socio Pinhao Wang. Lamian by Soy Kichen es una taberna de ramen, que en chino significa tallarines estirados a mano, que propone un viaje gastronómico por el continente asiático. Un bocado artesanal pero en la versióndel chef: según una receta propia, con ingredientes españoles de primera calidad, y el toque final de un caldo especial que le da todo su sabor.

Antes de llegar al ramen, la carta cuenta con The Rituals, 25 entrantes que ponen a punto al comensal con continuas sorpresas. Por el wok del cocinero pasan recetas de China, Taiwan, Corea, Japón o Tailandia, para pasar, a continuación, a un plato de bocados llamativos dispuestos estéticamente con diferentes colores y aromas.

Por eso, Julio recomienda “abrir el estómago” con platos tan enérgicos como pueden ser un “ceviche de lubina con pimiento y maíz tostado, aderezado con pimienta verde de Sichuan y cilantro”; un “bao de gambas con salsa de soja y cebolla tostada”; un “rollito de boniatos, atún y ternera” o un “tartar de caballa con pimiento del piquillo, piel de lima, salsa de ostra y aceite de sésamo”. También se atreve con una nueva versión de las patatas bravas que hermana este castizo plato con otras sugerentes culturas.

En cuanto al ramen, Julio ofrece tres elaboraciones, preparados con tallarines muy finos. Un ejemplo es el llamado “Juego de los Sabores en la Mesa”, compuesto a base de fideos con solomillo ahumado de añojo aderezados con aceite de sésamo, vino y té verde. La salsa con caldo de carne le da un toque final persistente, todo ello acompañado de un sake fresco.

Los contrastes de sabores y texturas constituyen el toque distintivo en Lamian by Soy Kitchen, cuyo entorno es un reflejo de la energía que bulle en la fantasía y en la cocina del chef. Un ambiente íntimo en el que reina el color azul, con detalles de la cultura asiática: imágenes con peces, animales de origami, manchas de color, lámparas de tela y bambú. El piso inferior, con nueve mesas, está presidido por una barra donde comer o disfrutar de una copa antes o después de la degustación, mientras que en el piso superior dos grandes lámparas arrojan una luz cálida sobre otras cuatro mesas, cerca de la cocina.