Tras siete años de recesión, España vuelve a abrir bares y la hostelería empieza a recuperar el pulso. Según datos dados a conocer por la consultora Nielsen, a partir del Panel de Hostelería, estos establecimientos crecieron en un 3,6% en 2015, con una previsión en torno al 1,5% en 2016. En total, son 260.000 establecimientos los que se contabilizan en toda la geografía española, con una relación de un bar por cada 175 personas, la mayor densidad del mundo, y es el 8% de la población activa española (más de 1,6 millones de empleos) el que trabaja en Horeca.

A pesar de que seis de cada diez locales corresponden con el llamado bar de toda la vida (244.088), el Panel de Hostelería refleja la tendencia creciente en nuestro país a la apertura de locales de restauración organizada, que son ya más de 7.500 los repartidos por toda la geografía nacional. El resto (8.194) corresponde a establecimientos estacionales de costa.

Por otro lado, el análisis de Nielsen muestra cómo los españoles salimos menos de noche, ya que el ocio nocturno ha sido uno de los segmentos más castigados en los últimos años; de hecho, el gasto mensual en copas descendió de los 95 euros en 2009 a los 67 euros en 2015. En cuanto a número de locales, si en 2014 había 18.604, en la actualidad hay 17.638.

Esta menor preferencia por el ocio nocturno, no sólo motivada por la crisis, sino también por cambios en la legislación (carnet por puntos, horarios de cierre) y en los mayores hábitos de vida saludable, da paso a un crecimiento del ocio diurno, con una subida del 2%, con 226.450 establecimientos (sin incluir aquí restauración organizada y negocios estacionales de costa). Es más, el consumo diurno de bebidas alcohólicas de alta graduación crece por encima del 7%, casi tanto como la cerveza, que roza el 8% de incremento.

En palabras del director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “hay dos buenas noticias para la hostelería: que los españoles cuando ven que su bolsillo está algo mejor, enseguida vuelven a salir, y que el turismo que se mueve mucho en la calle está en cifras de récord. Sin embargo, hay retos, especialmente para la hostelería tradicional, para el bar de siempre, que debe responder a un consumidor conectado permanentemente, que busca precio y experiencia, se informa previamente en Internet y comparte su impresión después en redes sociales y quiere que le sorprendan. Ya no pide una cerveza o un refresco, pide que le aporten valor y calidad/precio”.