La compañía francesa Le Kiosque à Pizzas, dedicada a la elaboración y venta de pizzas artesanales para llevar, inicia su expansión tras su consolidación en Francia con más de 360 kioscos. Para llevar a cabo esta implantación en España y Portugal, la empresa ha firmado un acuerdo exclusivo con el empresario Thierry Rousset, quien ha trabajado en los departamentos de expansión de franquicias como Quick, Burger King, Subway y Dunkin' Coffee. Rousset ya ha firmado un primer contrato para abrir dos kioscos en Portugal a principios de este año 2017. Por su parte, la consultora de franquicias Barbadillo y Asociados apuesta por la expansión de este modelo de negocio en España.

La marca nació en 2004 de la mano de cuatro emprendedores franceses, propietarios directos además de 12 kioscos; el resto son afiliados de Le Kiosque, entre los cuales hay varios multiafiliados. En 2017 la compañía francesa espera llegar a los 400 puntos de venta en el país galo.

La masa de las pizzas se elabora in situ cada día de manera artesanal con harinas especiales. La cocción se realiza en horno de piedra y cada punto de venta presenta una carta de hasta 40 pizzas clásicas y especiales en dos tamaños, para dos o cuatro personas, y opciones individuales como el Kiosquito o el Kiosqui’Part. Además, cada pizzero afiliado tiene la opción de diseñar unas 15 pizzas propias incorporando ingredientes locales.

Para poner en marcha un kiosco es necesario una inversión de 109.900 euros, a los cuales sólo hay que sumar la obra de instalación, en torno a 10.000 - 12.000 €, y no hay ni canon de entrada, ni royalties, ni canon de publicidad. El afiliado tan solo ha de comprometerse a comprar los ingredientes base de la pizza (mezcla de harinas, salsa de tomate, mezcla de quesos y jamón cocido), además de las cajas para las pizzas y la vestimenta del personal.

Cada kiosco mide unos 11 metros cuadrados de superficie y cada afiliado lo recibe complemente equipado y decorado, con climatización y aseo, listo para ser instalado en la ubicación y ser operativo desde el primer día. En cuanto a la ubicación, se sitúan en zonas estratégicas como aparcamientos de supermercados y centros comerciales, túneles de lavado, estaciones de servicio o en zonas comerciales donde sea posible su implantación, siempre en localidades de más de 8.000 habitantes.