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El nuevo restaurante barcelonés Quillo, situado en el barrio del Born, acaba de abrir sus puertas como una reinterpretación del típico bar de tapas andaluz. Se trata de un espacio donde poder degustar platos clásicos que fusionan la gastronomía catalana y andaluza con renovadas recetas tradicionales. Al frente de Quillo se encuentra Gonzalo Ros, propietario de Chico Bar en la calle Mandri que reinventa la fórmula con un toque canalla.
La oferta de la carta está diseñada por el chef Jordi Asensio, ex jefe de cocina de Loidi de Martin Berasategui, y ofrece desde tapas a platillos o los clásicos molletes. Mientras, la decoración de Santiago Nin lo convierte en un lugar acogedor y cálido, de 230 metros cuadrados, donde se distinguen los materiales nobles como el hierro natural, la madera recuperada para el mobiliario o las tarimas de maderas quemadas. El aire nostálgico lo aportan los carteles y el mural del artista Patricio Hidalgo.
Quillo es un restaurante cosmopolita con una decoración que permite disfrutar a cualquier hora del día, ya que posee una cocina ininterrumpida de 11.00 a 23.30 horas. El restaurante ofrece música en directo los jueves, viernes y sábado a partir de las 22.00 horas.