El estudio de arquitectura Jean-Paul Gomis ha sido el encargado de transformar tanto la construcción como los alrededores del Palacio Maeterlinck, un exclusivo complejo de 5.000 metros cuadrados ubicado en el Cabo de Niza (Francia), que ha pasado de ser un hotel de lujo abandonado a convertirse en una urbanización de viviendas privadas de alto standing.

Una de las premisas esenciales del programa diseñado para este complejo es su conexión directa con el exterior representada, sobre todo, a través de las vistas panorámicas al Mar Mediterráneo de las que disfrutan los 18 apartamentos que, en total y repartidos en diferentes módulos constructivos, conforman el Palacio. En este aspecto, Kawneer ha facilitado una visión completamente limpia y sin obstáculos del paisaje exterior gracias a varias de sus soluciones arquitectónicas en aluminio (muro cortina, correderas, ventanas y puertas).

Tal y como destacan desde el propio estudio de arquitectura, “conceptualmente, la voluntad del proyecto es establecer una relación más fuerte con el mar mediante la eliminación de muchos obstáculos visuales, dar sentido y comodidad a todos los usuarios y recuperar la magia, calidad y dignidad que el lugar ha tenido históricamente a través de nuevos espacios y materiales”.