Revista
Renovado en continente y contenido, el restaurante L’Olivé, situado en un local de la calle Balmes de Barcelona desde 1984, ha cambiado su estética y enfatizado privados para actualizar su propuesta gastronómica, una propuesta de restaurante mediterráneo y elegante. En este sentido, el clasicismo perdura en la carta, aunque se renueva para confirmarse como un clásico de la Barcelona gourmet.
Con la ayuda del estudio de Lázaro Rosa-Violán, L’Olivé ha mudado al verde oscuro olivo para erigir espacios individuales, modulables, acogedores y con luz dirigida para resaltar lo que importa: una carta de cocina catalana y mediterránea enfatizada para compartir, de raciones generosas y con mayor número de sugerencias. El mercado nutría al restaurante en los años 80 y sigue haciéndolo en en 2018.
Como resultado: una carta aligerada en propuestas, ordenadas éstas bajo epígrafes indispensables en un restaurante tradicional. El chef, César Pastor, cuenta con experiencia previa en Bonanova, Colibrí o restaurante César Pastor, y ha potenciado marisco (zamburiñas, navajas, ostras… producto en mayúsculas), arroces (de pescado y marisco, de verduras con butifarra, negro con sepia, de verduritas) y sugerencias, además de prescindir y revisar guisados (callos con garbanzos, canelón de pularda) para digerir, para apostar por el producto cada vez más virgen, de proveedores cercanos y de confianza, producto de temporada manipulado sólo cuando y donde toca, para que el espíritu de casa de comidas siga en vigor.