La marca de agua de Mahou San Miguel, Solán de Cabras, en colaboración con el chef Mario Sandoval, ha puesto en marcha su proyecto de creación de cultura del agua mineral natural, con el fin de profundizar acerca del valor que el uso de este tipo de aguas tiene en la alta gastronomía. Para ello, Solán de Cabras, junto con el cocinero dos estrellas Michelin ha llevado a cabo un taller de cocina en los fogones del restaurante ‘Coque’, regentado por Sandoval y sus hermanos. El objetivo de esta iniciativa de Solán de Cabras es “aportar conocimiento y crear cultura del agua entre los clientes de la hostelería para así generar valor añadido al producto”, según ha indicado Manuel Patiño, Brand Manager de Solán de Cabras durante el encuentro.

Los participantes en el taller han tenido la oportunidad de comprobar de primera mano la importancia que Mario Sandoval otorga al agua Solán de Cabras en la elaboración de sus propuestas culinarias; y de la que destaca sus propiedades minerales y organolépticas que la hacen un ingrediente clave en sus recetas. Sandoval se ha declarado “defensor del uso del agua mineral natural en la cocina por las cualidades que aporta; y en concreto de Solán de Cabras, que conozco desde hace 40 años”.

La marca pone el punto de partida a su proyecto de creación de cultura del agua mineral natural

Durante el encuentro gastronómico basado en la pureza de Solán de Cabras, el chef madrileño ha destacado también “la seguridad, sabor, distinción y sostenibilidad” que le aporta esta marca como ingrediente necesario tanto en la elaboración de las propuestas de su actual carta como en la investigación de nuevas técnicas culinarias que se llevan a cabo en su laboratorio. “Ha llegado el momento de defender las aguas embotelladas”, ha insistido Sandoval.

En su nueva ubicación en el centro de Madrid, de la cocina de “Coque” salieron diez platos de degustación que mostraron los atributos que Solán de Cabras aporta al resultado final de las recetas de Sandoval. Como punto de partida el chef presentó Uva sauvignon blanc, encurtido de aguacate, crujiente de ibérico, kimchi de chirivía, bocado aireado de polifenoles de vino, y agua de tomate con espuma de hierbabuena. A estas propuestas le siguieron un pan bao con salsa brava, infusión de consomé de caza en 2 konas, encurtido de mango / taco de perdiz escabechada, y kombucha. Y el broche final lo puso un postre de esponja de yogurt con helado de manzana, y bizcocho hierbabuena.

Referente en origen y pureza

Manuel Patiño, Brand Manager de Solán de Cabras, ha recordado durante el encuentro que el agua mineral natural de Solán de Cabras, con más de dos siglos de historia, proviene de un manantial único situado en Beteta, en la Serranía de Cuenca; una ubicación que le aporta sus especiales propiedades minerales y organolépticas, “que la han convertido en todo un referente en cuanto a origen y pureza”.

Con una composición equilibrada y de mineralización débil, este agua procedente del filtrado de las lluvias descansa durante años en este acuífero subterráneo que mantiene intactas sus condiciones. Desde la profundidad de la tierra y durante más de 3.600 años, cada gota recorre y se decanta entre capas de sedimentos jurásicos, filtrándose entre las rocas en un proceso 100% natural de principio a fin hasta su fase final, el envasado. Patiño ha incidido, igualmente, en que su reconocido envase azul la protege de cualquier alteración lumínica para que su sabor y propiedades permanezcan indemnes e invariables.

Solán de Cabras forma parte del grupo Mahou San Miguel desde el año 2011, momento en el que la compañía funda su Unidad de Negocio de Aguas. Actualmente la marca está presente en más de 30 países.