El Eurostars Hotel Real 5* reabre sus puertas con una imagen renovada, tras un proyecto de remodelación, en el que el establecimiento no ha perdido la esencia clásica y sofisticada que lo han convertido en un emblema y parte intrínseca del alma de la ciudad de Santander (Cantabria).

Sus orígenes están muy ligados a la figura del monarca Alfonso XIII, que ya era fiel asiduo a los veranos en la playa del Sardinero. Atraídos por los beneficios de los baños de ola y la presencia real, se fue dibujando una escena integrada por miembros de la corte y de la alta sociedad. Fue el mismo Alfonso XIII quien consideró necesario un edificio a la altura de la ciudad que pudiera hospedar a su corte. El escenario elegido para ello no podía ser más impresionante. Desde lo alto de una colina, vigilando la Playa de los Peligros y la bahía santanderina, se inauguró un edificio que, por su fachada blanca, se ganó el apodo de “la dama blanca”.

Más de un siglo después de su apertura, los trabajos de remodelación que se han llevado a cabo en los últimos meses han querido mantener intacto su carácter, presente en las estructuras y espacios originales, pero aportando toques de modernidad que se adaptan a las nuevas necesidades de sus huéspedes.

Para ello, se han resaltado detalles originales que permanecían ocultos, embellecidos con materiales nobles. Uno de los principales objetivos de la remodelación ha sido adaptar los espacios comunes para que los huéspedes disfruten por completo de la experiencia de alojarse en el Hotel Real. Así, se ha dotado de mayor amplitud a las salas, terrazas y galerías, que gozan ahora de abundante luz natural y las vistas del entorno.

Las 125 habitaciones se han renovado manteniendo el estilo elegante, incorporando servicios y amenities de última tecnología. Los trabajos de reforma apenas han modificado la icónica fachada del hotel, convertida ya en una parte inalterable del perfil santanderino.