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Con Breathe abre las puertas como un pionero multiespacio en la Costa del Sol que conecta con la naturaleza, la cocina y el mejor diseño. Un proyecto gastronómico que aúna arquitectura, paisajismo y decoración, obra del arquitecto Rodolfo Amieva (González & Jacobson) y Mathieu Lèbre (Lema Paisajes). Por su parte, la compañía de decoración Becara, con la implicación personal de su fundadora, Begoña Zunzunegui, ha sido la responsable de todo el mobiliario, fabricado a medida. La decoradora Marta del Gansofirma un proyecto de interiorismo en el que contemporiza el estilo de esta gran casa sin salirse de los elementos exóticos y materiales naturales que la caracterizan.
Energía geotérmica
Cada decisión tomada ha sido estudiada con antelación para ahorrar energía. La selección de plantas, los materiales utilizados, reciclables en la medida de lo posible... Hasta la propia agua se reutiliza, que se una a la recogida de la lluvia para regar las plantas.
Además, este complejo cuenta con su propia planta de energía geotérmica, formada en su mayor parte por doce perforaciones con canaletas en la tierra que van por debajo del edificio, cada una de ellas de aproximadamente 120 metros de profundidad. Contienen un circuito relleno de agua que actúa de intercambio térmico. Esto permite, de una manera sostenible, aprovechar la temperatura de la tierra (de aproximadamente 18°C) para enfriar el edificio durante los meses más cálidos, calentarlo durante los meses más fríos y disponer de agua caliente durante todo el año. Al mismo tiempo, para reducir las emisiones, se consume carbono ‘in situ’ a través de las plantas. Ayuda un total de 175 m2 de densos jardines verticales, casi como un pequeño bosque que trabaja para ello.
La premisa era que Breathe se inspirara al completo en la naturaleza con materiales reciclables y en bruto que evolucionarán, como el espacio y el propio entorno, a lo largo del tiempo. Entre otros, se han utilizado mármoles, maderas de teca, roble, iroco, bambú y hierro.
La cocina del chef ejecutivo Simone d’Elia, con su 'fresh-thinking gastronomy' y su concepto 'farm to table', utilizando en todo lo posible productos locales y ecológicos de productores cercanos o de la huerta propia de Breathe, es protagonista en los diferentes ambientes junto a la coctelería de autor de Fran Manrique.
Tres niveles
La planta baja está a pie de calle y ya desde lejos llama la atención por la vegetación y árboles frutales en su fachada. En ella, se encuentra una panadería y cafetería donde los comensales pueden ver, al fondo, los hornos en los que se realiza el pan de forma artesanal.
El nivel intermedio es el corazón de Breathe, Restaurante, Gastro Bar y Garden, donde, al igual que en las otras plantas, naturaleza y urbanismo cohabitan en armonía. Es una superficie de alrededor de 1000 m2 en la que están presentes cerca de 600 m2 de exuberantes jardines verticales para complacer la vista y purificar el aire. Esta zona de jardín está habilitada para abrir al público durante todo el año.
El edificio culmina con AIR, el 'sky bar', que dispone de las mejores vistas de Puerto Banús hacia 'La Concha' de Marbella. Se trata de una terraza al aire libre con vegetación, elementos de fuego y una fuente suspendida en el aire.