El Mercado Tirso de Molina, ubicado en el barrio de Puerta del Ángel (Calle Doña Urraca 15), celebra del 20 al 28 de abril la semana de su 86º Aniversario e invita a los vecinos, madrileños y turistas a festejarlo con promociones, sorteos y shows en vivo. Además, el Mercado regalará un premio especial a las personas que cumplan 86 años durante la semana de celebraciones del aniversario.

En el marco de las celebraciones del 86 aniversario el mercado de Tirso de Molina ha realizado un Esudio sobre los Mercados Municipales y su relación con los barrios, que pone de manifiesto que 2 de cada 3 vecinos (66%) elige ir a los mercados de barrio “porque el trato es más humano y familiar” y ese sentir se hace presente en uno de los dos mercados más antiguos de Madrid que no ha sufrido modificaciones arquitectónicas y se mantiene fiel a su diseño original de 1932 (junto con el Mercado de Vallehermoso).

La preferencia de los vecinos es destacable, ya que un 70% de los consultados asegura acudir al Mercado al menos una vez por semana; y de esta suma, el 64,28% afirma ir varias veces. Asimismo, la encuesta evaluó los cambios de hábitos, ya que desde hace algunos años, el mercado incorporó más bares y restaurantes con una oferta gastronómica atractiva y diversa.

En este sentido, el “76,36% de los clientes va para disfrutar de la oferta gastronómica de sus bares y 67,27% concurre para conseguir productos frescos del día”, ambos comportamientos son complementarios y ejemplifican los hábitos de consumo actuales a los cuales el mercado da respuesta con una oferta variada de gastronomía, y clásica y confiable respetando su tradición histórica de comercio de cercanía.

Creado en el marco de un Plan General de Mercados Municipales impulsado en la Segunda República para el abastecimiento de la capital, el edificio posee un zócalo de granito y un exterior de ladrillo, con un piso de altura interior. Ha sido protagonista y testigo de la historia de la ciudad, teniendo uno de los pocos escudos republicanos que aún quedan en pie en su fachada exterior y, entre sus muros, huellas de disparos durante el sitio de Madrid de los años 30.