Según el Centro para la Promoción de las Importaciones de Países en Desarrollo, Europa tiene el mercado de café más grande del mundo, de hecho, en 2018, aglutinó el 33% del consumo mundial y gastó tres millones de toneladas de café.

Por esta razón, Selecta ha creado el Índice Europeo del Café Selecta 2019 que compara 89 ciudades principales de 32 países europeos a través del análisis de varios factores como el precio del café, la calidad y cantidad de cafeterías, la conectividad Wi-Fi, las búsquedas online de la palabra “café” en cada ciudad y las importaciones de café en proporción al PIB y la población.

El ranking general sitúa como las más cafeteras de Europa a las ciudades de Edimburgo, Ámsterdam, Florencia, Dublín y Amberes

Así, el ranking general de dicho índice sitúa como las más cafeteras de Europa, en orden de puntuación, a las ciudades de Edimburgo, Ámsterdam, Florencia, Dublín y Amberes. Mientras tanto, en el caso concreto de España, Barcelona, que se encuentra en el puesto número 18 del ranking general, se posiciona como la mejor ciudad española para tomar café, seguida de Madrid, ubicada en el puesto 41 del ranking general; Valencia, en el puesto 56; Málaga, que ocupa el puesto número 59; y, por último, Sevilla, que se sitúa en el puesto 67.

Si atendemos a otros factores como, por ejemplo, el precio del café, la ciudad suiza de Zúrich es la que dispone del mejor precio si se tiene en cuenta la proporción entre el coste y el salario de sus ciudadanos. En el lado opuesto se encuentra Tesalónica, en Grecia, la ciudad que presenta el precio más alto de este producto.

Por otro lado, si se tiene en cuenta el interés online europeo por esta bebida según las búsquedas en Google de la palabra “café”, Selecta ha comprobado que la población que más realiza dicha búsqueda es la de Ámsterdam, mientras que los ciudadanos menos interesados son los de Minsk, en Bielorrusia.

A su vez, si se toma como referencia Google Maps para sondear el promedio de las reseñas de las cafeterías de cada ciudad, la conclusión a la que llega el informe es que las ciudades rumanas de Cluj-Napoca y Bucarest son las mejor valoradas para tomar una taza de café en Europa. En contraposición con Milán, que ocupa la última posición, poniendo de manifiesto la exigencia propia de Italia en lo que se refiere a la degustación del café.

De hecho, Italia es uno de los países más adictos al café en Europa. Cuenta con cuatro ciudades en el TOP 10 de establecimientos “per cápita”, siendo superadas en el ranking únicamente por Edimburgo, que además de ser la ciudad con más lugares para tomar un café en relación con su población, también es la ciudad con mejor conectividad Wi-Fi.

Málaga, Sevilla y Valencia se han posicionado entre las 25 ciudades más críticas del continente europeo

Respecto a dicho acceso gratuito a Internet, las ciudades de Europa del Este se posicionan en lo más bajo de la tabla, con una diferencia bastante reseñable en comparación con las ciudades europeas más occidentales. Sin embargo, la zona balcánica, destaca por su importación de café respecto a su PIB, algo que se puede observar en las posiciones destacadas de Sarajevo, en Bosnia, en el puesto número uno y Skopje, Macedonia, en el puesto número 3; así como las ciudades búlgaras de Sofía y Plovdiv, situadas en el puesto número 4 y 5 respectivamente.

Volviendo de nuevo al análisis en nuestro país, Barcelona destaca por haber conseguido colocarse en el TOP 10 de dos de las variables analizadas: octava ciudad con mayor número de establecimientos para tomar café per cápita y novena ciudad con mejor conectividad a nivel europeo. Madrid, por su parte, se ha proclamado como la ciudad española con el café a mejor precio, situándose en la novena posición en esta variable del ranking general.

Por último, cabe mencionar que España también ha destacado en este estudio por la exigencia de sus consumidores. Por ello, entre las 25 ciudades más críticas del continente europeo, se encuentran Málaga, Sevilla y Valencia, ciudades que, sin embargo, se han posicionado en la parte baja de la tabla en cuanto a valoración de calidad de sus establecimientos.