Sin embargo, la previsión para este año es que esta cifra aumente al haber coincidido con un viernes, lo que suele dinamizar aún más las ventas en la hostelería, e incluso extenderse y pasar de restaurantes a los locales de ocio nocturno.
No obstante, el “prime time” del consumo por San Valentín es la cena, momento en el que el consumo de bebidas crece un 40% en comparación con ese mismo día y momento de una semana normal, siendo la estrella el vino blanco, con un 100% de incremento. Además, la noche del 14 de febrero los restaurantes ven aumentado hasta en un 50% el número de cenas que dan, con una disposición de las mesas distinta, mesas de dos en dos. Por ello, aunque aumenten los comensales, el ticket por mesa es hasta un 8% de media inferior.
Al mismo tiempo, la comida también se ve incentivada por San Valentín. En el caso de esta franja horaria, el consumo de bebidas aumenta un 15%, por lo que los españoles suelen celebrar esta festividad también durante este momento del día, extendiendo así a lo largo del día dicha celebración.
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