Siendo el turismo uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria, la OMT ha decidido preparar 23 recomendaciones con el fin de ayudar a los gobiernos, al sector privado y a la comunidad internacional a luchas contra esta situación de emergencia social y económica provocada por el COVID-19.

“Estas Recomendaciones específicas proporcionan a los países una lista de posibles medidas para ayudar a nuestro sector a mantener el empleo y apoyar a las empresas en riesgo en este preciso momento. Mitigar el impacto en el empleo y la liquidez, proteger a los más vulnerables y prepararse para la recuperación deben ser nuestras prioridades clave”, ha afirmado el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.

En relación a esto, el secretario general añadió, también, que “todavía no sabemos cuál será el impacto de la COVID-19 en el turismo mundial. No obstante, debemos apoyar al sector ahora, mientras nos preparamos para que, cuando vuelva al crecimiento, sea más fuerte y sostenible. Los planes y programas de recuperación del turismo se traducirán en empleo y en crecimiento económico”.

Pide a los gobiernos y a los actores del sector privado que elaboren planes de preparación y que utilicen esta oportunidad para efectuar la transición a la economía circular

Así, las 23 recomendaciones recogidas en la nueva guía, se encuentran divididas en tres áreas clave. En primer lugar, gestionar la crisis y mitigar el impacto. En este sentido las recomendaciones se refieren a mantener el empleo, apoyar a los trabajadores por cuenta propia, asegurar la liquidez, promover el desarrollo de competencias y revisar los impuestos, tasas y normativas relacionados con los viajes y el turismo.

En segundo lugar, suministrar estímulos y acelerar la recuperación. La OMT hace hincapié, por tanto, en la importancia de aportar estímulos financieros, con políticas fiscales favorables, levantamiento de restricciones de viajes tan pronto como la emergencia sanitaria lo permita, flexibilización del régimen de visados, impulso al marketing y a la confianza de los consumidores, entre otras medidas.

En tercer y último lugar, la guía recuerda la necesidad de prepararse para el mañana. Así, las Recomendaciones piden que se preste más atención a la contribución del turismo a la Agenda para el Desarrollo Sostenible y al fortalecimiento de la resiliencia, aprendiendo de las lecciones de la actual crisis. Por tanto, piden a los gobiernos y a los actores del sector privado que elaboren planes de preparación, y que utilicen esta oportunidad para efectuar la transición a la economía circular.