Tras 24 meses de reformas, la Torre del Remei, ubicado en Cerdanya, a dos horas de Barcelona, reabre sus puertas regentada por Mercer Hoteles, con un total de 24 habitaciones y suites, una decoración de estilo lujoso, un jardín de tres hectáreas con árboles centenarios y piscina exterior climatizada, y un restaurante dirigido por el chef Carles Gaig en la cocina y por Fina Navarro en sala.

La finca del Mercer Hotel Torre de Remei integra la antigua casa palaciega con 12 habitaciones y las antiguas caballerizas, un anexo con otras 12 habitaciones. El exterior es un buen ejemplo del modernismo catalán, mientras que el nuevo interiorismo interpreta sus espacios históricos de manera contemporánea y con un cierto estilo de sofisticación.

“Queremos que el huésped, al entrar, reconozca la arquitectura pero que se sorprenda por la atmósfera. Evitamos recrear un escenario antiguo y, con la mezcla de referencias, buscamos una decoración única pero cálida, para que el huésped no sea un invitado. Ésta es su casa”, explica Amanda Molina, directora de diseño y proyectos de Mercer Hoteles, que se ha encargo de buena parte de la reforma de este hotel con más de 100 años de historia, ya que se inauguró en 1910.

Dispone de 24 habitaciones y suites, un jardín de tres hectáreas con piscina exterior climatizada, y un restaurante dirigido por el chef Carles Gaig

Mientras tanto, el chef Carles Gaig, que dará vida a la oferta gastronómica del hotel junto a su mujer, comenta que hace “una cocina tradicional con un punto gastronómico”, afirma. Y es que, en la carta de Torre del Remei hay platos de su recetario, como el mítico Canelón con crema de trufa o el Arroz de pichón con setas de Burdeos. De la misma manera, rescata platos de hace más de 20 años, como el Parmentier de pistachos y caviar, entre otras propuestas, las cuales podrán degustarse en un comedor con grandes ventanales que se abren hacia el jardín posterior del Castell.

Cabe destacar que la clásica mansión-villa de principios de siglo XX, está construida con una simetría estricta. Hay dos ejes que confluyen en la parte central de la casa, coronada por una cúpula que hace las labores de lucernario. En la planta baja encontramos la recepción, el restaurante y varios salones. El piso principal, el segundo y las buhardillas acogen las habitaciones y suites.

Además, un espacio subterráneo une este edificio con las caballerizas para facilitar el movimiento de los huéspedes en días fríos o lluviosos. Entre ambos edificios se sitúa una nueva piscina exterior climatizada y un pabellón con vestuarios. Mientras que, en la esquina más al oeste de la finca, se encuentra la ermita de la Virgen del Remei con su cubierta de pizarra y su cúpula piramidal.

Asimismo, se han mantenido sus características luces esplendorosas, columnas, vidrieras, escayolas y cerrajería con motivos vegetales. Además, la selección de mobiliario y la paleta de color sitúa el centenario edificio en pleno siglo XXI. Al mismo tiempo se han agregado giros contemporáneos, como los espacios comunes que, según la necesidad, se abren o se cierran con un juego de telones en gris antracita.

Además, al igual que a principios del siglo XX, no abundan las líneas rectas en el mobiliario. Las formas curvas están presenten en sofás, butacas o bañeras y los materiales, ricos en texturas, como terciopelos, cueros o madera, son discretos, pero al mismo tiempo lujosos. El mobiliario lo firman maestros del diseño como Gio Ponti, Børge Mogensen, Arne Jacobsen o Josef Hoffmann y también los nombres que dan forma a los iconos del siglo XXI como los estudios Space Copenhagen, Gamfratesi, Note Design Studio o Neri&Hu.

Por otro lado, las habitaciones, distribuidas en seis categorías, Suite, Premium Junior Suite, Junior Suite, Premium Deluxe, Deluxe y Superior; son distintas y personalizadas. En ellas se encuentran elementos como pesadas cortinas de lino, cabeceros en piel, las butacas en madera y lana o las mesas de café de mármol veteado. Se caracterizan, además, por el uso de una gama neutra de colores que solo es ciertos toques de color de algunos elementos, como amarillo dorado, azul tinta o rojo.

Respecto a las camas, disponen de sábanas blancas de algodón egipcio de 400 hilos,colchón de gran tamaño, y cabecero con estructura de nogal y tapizado en piel. La habitación cuenta también con otros detalles como el minibar, la caja fuerte o la cafetera Nespresso, incorporados en el ambiente, con discreción, integrados en muebles hechos a medida. Por último, los baños se han concebido como un pequeño spa, con amplias bañeras y cabinas de ducha con efecto lluvia.