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De los creadores de Barbara Ann, Bule Bule abre sus puertas en Madrid (c/ Marqués de Valdeiglesias, 6) y se presenta como un concepto de ocio único donde gastronomía y espectáculo se complementan para que la diversión sea la norma.
El chef Pepe Roch (Café Comercial, Casa Macareno) ha sido el encargado de diseñar una carta que rebosa creatividad y que viene presidida por la cocina más viajera con la colaboración de restaurantes de cocina tailandesa y restaurantes como Kava (Marbella). Una carta que refleja la faceta de Pepe Roch como trotamundos, lo que le ha llevado a viajar por el globo y adquirir una perspectiva cosmopolita que se extiende a cada uno de sus platos.
"Dos espacios con personalidad propia adaptan la oferta de Bule Bule para cada momento e invitan a ir y repetir. En el piso de arriba, algo más informal, es posible disfrutar de las elaboraciones que componen su carta desde las 18:00h. Bajando las escaleras, tiene lugar Crazy Mama, el dinner show de Bule Bule. Un espacio inspirador y vibrante en el que saborear esta experiencia donde cocina y espectáculo se encuentran para construir vivencias en las que el disfrute será el eje principal. Con el espíritu de una sala de fiestas como las de antes, platos y actuaciones a cargo de un elenco multidisciplinar invitan a alargar la noche y bailar hasta la madrugada, ya que la sala cierra sus puertas a las 06:00h", explican sus responsables.
Un proyecto de Madrid in Love
El estudio Madrid in Love firma este proyecto en cuya entrada se abre un espacio en dos alturas articulado por una gran barra de roble natural de suelo a techo. Un lugar en el que predomina la calidez de sus materiales tales como el microcemento, que es el material base de todo el local, los tapizados en cuero y terciopelo, y la madera de roble natural presente en la barra y numerosos revestimientos. Cuando la luz del día cae y llega la noche, el espacio cambia por completo para convertir su barra en un auténtico escenario. En Crazy Mama predominan la oscuridad y los reflejos producidos por los tonos dorados de sus azulejos, espejos ahumados y tapizados en tonos rosados. Un auténtico show en el que el techo cobra vida gracias a los juegos lumínicos de los tubos-neón que esconde.