El COVID-19 va a suponer un antes y un después en el sector de la hostelería, y con él las prioridades y la mentalidad de los clientes van a cambiar radicalmente. A partir de ahora, el éxito no va a depender del precio ni de las ofertas, sino de la capacidad de los hoteles para ofrecer seguridad a sus huéspedes.

De esta forma, los hoteleros deben centrarse en crear un ambiente donde el cliente pueda relajarse y sentirse protegido, poniendo todas las miradas en la higiene. Por ello, Carmela Martí, empresa experta en interiorismo textil para el sector hospitality, ha querido explicar el papel que los textiles van a jugar en el nuevo interiorismo.

En primer lugar, será fundamental garantizar que la habitación sea un espacio libre de gérmenes. Para ello, se deberán cambiar ciertos hábitos como, por ejemplo, los zapatos tendrán que quedarse fuera de la habitación y pasar a utilizar las zapatillas que proporcionan los alojamientos. Incluso, se podría contemplar el uso de batas para no introducir la ropa en la estancia.

Será fundamental garantizar que la habitación sea un espacio libre de gérmenes , para lo que se deberán cambiar ciertos hábitos

Por otro lado, la cama, cuyas sábanas van a estar en contacto directo con la piel de los clientes, tendrán que estar especialmente higienizadas, por lo que será recomendable el uso de colchas o plaids que cubran totalmente su superficie y se puedan quitar a la hora de dormir, evitando así que agentes externos a la habitación como maletas o chaquetas entren en contacto con las sábanas. Además, estas prendas deberán estar fabricadas con tejidos antibacterianos o lavables a 60 grados, para asegurar su desinfección.

Asimismo, y teniendo en cuenta el informe Bioburden publicado por el Instituto Tecnológico Textil (AITEX) que revela que, en el caso de no utilizar mantel, se acumulan 37 veces más bacterias que las mesas con mantel de tela; los manteles individuales, caminos de mesa o manteles tradicionales se convertirán en imprescindibles en cualquier establecimiento. Así, cada cliente utilizará su propio mantel, que posteriormente se lavará también a 60 grados para su desinfección.

Además, aumentará el uso de los “Smart textiles” o textiles inteligentes, los cuales actúan de forma activa ante un estímulo externo, como pueden ser las bacterias. Se trata de un tipo de textiles que ya están presentes en el mercado y que son habituales en ciertas zonas como exteriores o áreas húmedas donde la proliferación de bacterias es más probable. De igual forma, pueden servir de solución para otros retos que se plantean como, por ejemplo, en cortinas que aseguran la separación de espacios en zonas comunes permitiendo garantizar las distancias de seguridad.