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La cadena de restauración La Ramona inicia su expansión nacional a través del sistema de franquicias, mediante el cual tiene prevista la apertura de tres establecimientos antes de que finalice el año.
La empresa ha decidido comenzar a franquiciar conformando un modelo de franquicia caracterizada “por la sencillez en la operativa y la gestión”. Así lo explican sus responsables, quienes apuntan que “el perfil de emprendedores para ésta se adapta tanto a inversores como a personas que busquen gestionar su negocio como propio empleo. Se presenta un modelo de negocio con amplias ventajas para el franquiciado, con locales asequibles con gran atractivo que generan una alta rentabilidad”.
Para afrontar este crecimiento, la enseña apuesta por “un equipo de profesionales joven, dinámico y experto, con el fin de ofrecer siempre el mejor servicio con una alta calidad de productos seleccionados a precios altamente competitivos”. Estos se consiguen gracias a los acuerdos con los que cuenta la enseña en el ámbito nacional con las principales marcas cerveceras y alimentarias.
La idea, surgió en 2013 de la mano de dos toledanos emprendedores y tras varios años realizando mejoras con dos locales operativos se ha llegado hasta lo que es hoy en día La Ramona. Este proyecto novedoso de cervecería apuesta por “la innovación constante dentro de un mercado tradicional. Es un concepto provocador pero cautivador, que aúna modernidad e innovación dentro de un contexto distendido de diversión aportando al consumidor una experiencia única en cada visita”, aseguran fuentes de La Ramona.
Actualmente, La Ramona cuenta con dos establecimientos operativos en Toledo y Aranjuez. La inversión necesaria para poner en funcionamiento un restaurante es a partir de 70.000 euros para locales con un mínimo de 100 metros cuadrados, ubicados en poblaciones con más de 50.000 habitantes.