Revista
El ambiente cosmopolita y alternativo que se respira en el nuevo restaurante Sumac & Mambo -la última aventura en Barcelona del grupo Pantea Group- es fruto de la colaboración entre Ricard Trenchs (Trenchs Studio) y Florencia Finsterwald (IF Arquitectos).
Este singular restaurante propone un viaje de vuelta a los orígenes y tradiciones para disfrutar de gastronomía moderna, brasa ardiente y cerveza artesanal en un entorno vibrante y lleno de luz. La inspiración años 70, los colores, los patrones y los efectos sorpresa son las claves de este espacio que rebosa grandes dosis de energía en cada rincón.
Mención especial merecen los distintos patrones que ornamentan los techos los cuales, además de tener una intención estética, sirven para zonificar. Estos ‘patterns’ están inspirados en obras residenciales de Gio Ponti como La Villa Planchart en Venezuela y en los vestíbulos que diseñaba Antoni Moragas en Barcelona a finales de los años 60.
Situado en el corazón de L’Eixample barcelonés, el restaurante Sumac & Mambo cuenta con dos zonas diferenciadas y conectadas entre sí por una gran barra, ambas son ideales para compartir y desconectar en cualquier época del año.
Nada más acceder por la Calle de Enrique Granados a mano izquierda nos encontramos con el espacio más informal y divertido del local, Mambo. Aquí las formas redondeadas del mobiliario van acompañadas de una paleta de colores que juega con tonalidades tierra y azul.
Sobre las paredes cementosas, pintadas en un azul intenso a media altura, destacan unas originales luminarias. Son medias esferas en bronce, de distintos tamaños, retro-iluminadas, que otorgan profundidad y generan una volumetría interesante. El techo se ha trabajado con un patrón de formas irregulares pintado en una tonalidad teja.
Una cortina de cuentas de madera de suelo a techo viste un ancho pasillo, frente a él destaca una gran barra de bar, magnífico nexo entre la zona restaurante (Sumac) y el lounge (Mambo), con iluminación atrayente y revestida con volúmenes rectilíneos de hormigón.
El color amarillo del mango de los quince grifos de cerveza artesana destaca sobre el azul intenso de las baldosas de la pared. El techo se diferencia del resto del local por un patrón de anchas líneas en amarillo sobre blanco.
Sumac, cuyo nombre proviene de una especie usada en la gastronomía iraní, ofrece cocina de este país, pero con matices muy europeos y con una visión del local inspirada en el Teherán de vanguardia de los años 70. La filosofía de cocina abierta y conexión está presente en todo el diseño interior.