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Estas Navidades abre sus puertas Döggo Madrid, un nuevo local que revolucionará el concepto de “hot dogs” en la capital. El restaurante se ubica en el barrio de Trafalgar, concretamente en la calle Juan de Austria número 25, cerca de la plaza de Olavide.
Döggo Madrid surge en 2004 cuando uno de los socios elaboraba junto a sus padres unas salchichas artesanales, caseras y frescas. Tras un año sabático y de trabajo en un bar de Sudamérica, en el que se servían perritos calientes “personalizados y al gusto”, surgió la idea de fundar lo que ahora es Döggo Madrid, cuyo objetivo principal no es otro que el de mezclar la idea de la comida rápida de un hot dog con una experiencia diferente para el comensal en un ambiente agradable.
La carta del local pone a disposición de los clientes tres entrantes: el Hummus con tomate seco, los Nachos Döggo con pico de gallo, y unas alitas de pollo inspiradas en la cocina tailandesa. Sin embargo, el producto estrella son los perritos calientes elaborados sin salchichas. Entre las ofertas destacadas se encuentra La Gamba Cósmica, un Döggo de gambón a la plancha con cebolla y salsa Kajún; Mis Bolas, creado a partir de albóndigas con una salsa dulce y queso havarti; o el Khal Döggo, con ternera Black Angus acompañado de cheddar y huevo de codorniz entre otros ingredientes. También cuentan con una opción vegana, el perrito Lennon.
El producto estrella de la marca son los perritos calientes elaborados sin salchichas
Entre los postres destaca la tarta de limón, inspirada en una receta maternal; un brownie/coulant de chocolate con una base de caramelo con sal; el sorbete de limón y mango o el banofee de plátano de Celicioso pensado para los celiacos. Es importante señalar que ningún plato, salsa o pan se elabora con aceite de palma.
Cabe destacar que Döggo Madrid admite mascotas y, además, se encuentra comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad por lo que cuentan con pajitas de cartón y pinchos de bambú. Respecto al ambiente y la decoración, el local tiene una amplia iluminación a través de grandes cristales y cuenta con un viejo piano y unos sillones que recuerdan al estilo americano.