Papizza, la cadena de comida rápida italiana del Grupo de Restauración Multimarca FoodBox, acaba de finalizar el proceso de renovación de imagen y decoración de su establecimiento del número 80 de la madrileña calle Fuencarral, que se configura como flagship de la cadena, que ya cuenta con 18 establecimientos en España. El establecimiento, que cuenta con una superficie de 105 metros cuadrados, configura su espacio de forma novedosa para potenciar la experiencia de consumo del cliente, facilitando el disfrute compartido con amigos o familia. Por su parte, la zona de elaboración y preparación se convierte en el centro neurálgico del establecimiento. 

Los elementos decorativos interiores predominantes, diseñados para resultar acogedores y funcionales, están realizados en madera, aluminio y azulejo. Los materiales de comunicación cuentan con un gran protagonismo para que el consumidor conozca, de forma sencilla, la gran variedad de opciones de consumo de que dispone. Por su parte, el exterior está protagonizado por los rótulos de neón, que ya se han convertido en una seña diferencial de la marca, y que adquieren mayor relevancia como elemento de atracción. 

La marca aplicará esta nueva imagen a sus próximas aperturas. En este sentido, Papizza se encuentra en pleno proceso de preparación de su primera apertura internacional, que estará ubicada en la ciudad marroquí de Casablanca. De esta forma, los consumidores marroquís van a poder disfrutar, en breve, del producto estrella de la marca: la Papinsa al gusto, la auténtica pinsa italiana, que deriva de la focaccia y es el antecedente directo de la pizza, convirtiéndose en la primera marca del mercado en ofrecer este tradicional plato italiano totalmente customizado según las preferencias del consumidor. 

Desde ese momento, el cliente puede elegir entre la Papizza al taglio (al corte), pizza con diferentes recetas horneadas en extensas planchas para elegir entre las opciones disponibles y la Papinsa al gusto, combinando, añadiendo o quitando ingredientes según prefiera. 

La Papinsa se prepara siguiendo la receta original con una mezcla de harinas vegetales naturales (soja, arroz, trigo) y aceite de oliva virgen. El resultado es una base más ligera y crujiente con una fermentación que alcanza las 72 horas y que resulta especialmente digestiva. Además, mantiene la textura crujiente y el sabor durante mucho más tiempo, convirtiéndola en ideal para pedir a domicilio o take away. Sobre ella, una multitud de combinaciones a disposición del consumidor: tomate cherry, rúcula, chorizo picante, embutido italiano, bacon, mozzarella fresca, queso de cabra, champiñón, pollo asado…