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Diego González aterriza en su Burgos natal y se une como colaborador al proyecto de Miguel Cobo: Cobo Estratos. “Esta colaboración tiene como objetivo principal crear un antes y un después en la gastronomía sólida y líquida de la capital burgalesa y situarla en lo más alto de la restauración española”, destacan sus responsables.
El nuevo proyecto colaborativo de Miguel Cobo y Diego González se desarrollará en la parte líquida con numerosos propósitos que giran en torno a la cultura del vino en este amplio multiespacio de más de 1500 m2.
“Para nosotros lo importante es sorprender en el gozoso viaje para los sentidos de nuestros clientes, la búsqueda de la selección de las bodegas, de las variedades… La idea es devolver todo lo conocido fuera a mi ciudad. Aquí queremos conseguir, por ejemplo, que si un día a alguien le apetece pueda beberse Nueva Zelanda en Burgos”, asegura González.
En la propuesta líquida destacará una firme apuesta por la Mesa del chef. Servirá para hacer disfrutar tanto a gourmets como a gourmads, a los paladares más vanguardistas y a los más tradicionales con: catas específicas por zonas vitivinícolas, cenas temáticas en torno al vino, cursos para quienes quieran iniciarse o aprender de vinos...
En resumen, añade González: “Buscamos que la cultura líquida se expanda a través de la Mesa del chef, de Cobo Evolución, de la carta de nuestros vinos… En el fondo buscamos que nuestros clientes vayan interiorizando todo un mundo en torno al vino que no se limita a este placentero líquido para los sentidos y que lo disfruten”. Y culmina Miguel Cobo “la nueva apertura demanda ser un restaurante que justifique hacer los kilómetros o parar a conocer en medio de un viaje”.