Tras unos años en el olvido, después del fallecimiento de su propietario Juan Ramón Theler, y habiendo pasado recientemente a manos de un family office de Singapur, La Reserva Rotana (Mallorca) afronta una nueva etapa. La persona responsable para ello es Giovanni Merello.

Según Giovanni Merello, “La Reserva Rotana tiene todo para posicionarse como uno de los mejores hoteles con campo de golf y viñedos del Mediterráneo. Su potencial para convertirse en un resort similar a grandes referentes de este segmento como Rosewood Castiglion del Bosco o l’Albereta Relais & Chateau es inmenso. La finca cuenta con 200 hectáreas repartidas entre una imponente colina, en cuya cima se encuentra ubicado el hotel; y un fértil valle a los pies, donde se sitúa el campo de golf privado de 9 hoyos y un recorrido de gran calidad; así como espléndidos campos de trigo y viñedos, que dotan al paisaje de un ambiente absolutamente inspirador”.

De cara a esta temporada, explica, “hemos renovado todo el interiorismo de las 24 habitaciones y de las zonas nobles. En este sentido, hemos modernizado todo el mobiliario, pero hemos preservado los elementos clave del diseño de esta emblemática possessió mallorquina del Siglo XVII, como son las vigas de madera, las paredes de piedra vista y marés, los suelos de baldosas de barro cocido, los arcos originales y las paredes blancas, tal como se encalaban en la época”.

Giovanni Merello: “La Reserva Rotana tiene todo para posicionarse como uno de los mejores hoteles con campo de golf y viñedos del Mediterráneo. Su potencial para convertirse en un resort similar a grandes referentes de este segmento como Rosewood Castiglion del Bosco o l’Albereta Relais & Chateau es inmenso"

Sin embargo, cuenta, “hemos mantenido el color azul aguamarina de las persianas mallorquinas que en su día crearon tendencia, y que recuerda a algunas propiedades de la Toscana, una región cuyo paisaje es muy similar al de esta parte de la isla de Mallorca”.

A nivel de servicios, añade, “vamos a impulsar de nuevo la gastronomía y su restaurante a la carta, que en su día recomendó la Guía Michelin, y se convirtió en un producto con vida propia, al que había clientes que acudían en helicóptero desde sus yates sólo para disfrutar de su propuesta culinaria”.

Por último, concluye, “en esta primera fase, ya que el proyecto contempla planes más ambiciosos de cara al futuro, vamos a fomentar las experiencias hechas a medida con degustaciones gastronómicas, catas de vino y eventos en los viñedos, paquetes de golf, talleres de artesanía, rutas en bici y a caballo, y visitas a la Academia de Tenis y al Museo de Rafa Nadal, con los que queremos colaborar aprovechando que se encuentra a tan sólo 15 minutos en coche del hotel”.