Marzo de 2020 supuso un antes y después en nuestras vidas desde el punto de vista sanitario, afectivo y social, pero también desde el punto de vista económico. Restricciones de movilidad, distanciamiento social, restaurantes cerrados, ERTEs, eventos cancelados, etc.

El impacto de la crisis en la restauración ha sido mayor que en otras actividades, como cabe esperar de un sector tan dependiente del turismo y de la convivencia. Nunca antes nos habíamos visto en una situación semejante, pero hay que valorar la respuesta que todos hemos dado y seguimos dando frente al nuevo escenario al que nos enfrentamos. En tiempos de crisis se dice siempre que aflora lo bueno y malo de las personas, como también de las empresas, y nosotros decidimos dar lo mejor.

En Grupo DIHME entendimos que hubo retos importantes en el corto plazo como garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y clientes, pero también otros grandes retos en el medio y largo plazo, ya que creemos que la industria hostelera no volverá a ser la misma.

En este contexto, en junio dábamos a conocer el acuerdo de integración de ‘EL KIOSKO’ en nuestro Grupo. EL KIOSKO es una compañía de gran trayectoria y con un tamaño similar a DIHME, de la que valoramos especialmente su concepto de negocio y la complementariedad de los equipos gestores. Una operación que comenzó como colaboración en momentos de crisis con la idea de centralizar servicios como la gestión de compras, servicios administrativos y que evolucionó de forma natural hacia el Grupo que ya somos.

Creo, con un punto de orgullo, que ha sido de las mejores noticias que hemos leído últimamente en el sector y no porque suponga una inversión millonaria de un fondo que va a empezar a ‘mover el mercado’, sino por la confianza en un sector que, con profesionalización y buenas ideas, volverá a la senda del crecimiento en 2021 para recuperar facturaciones pre-crisis en 2022.

Dejamos atrás noticias de cierre de restaurantes míticos adquiridos por grandes cadenas (¡bien por ellos!), con ese punto de tristeza que significa un cierre de negocio, para hablar de futuro, optimismo y colaboración como base del futuro en la hostelería.

En nuestro caso estamos hablando de 2 empresas españolas, gestionadas desde el principio por sus socios, que creen en modelos de negocio honestos, sencillos y con estrategias de crecimiento consistentes en el medio y largo plazo. Empresas que buscan la rentabilidad en sus restaurantes y en los de sus franquiciados y con un gran amor y cuidado en los conceptos que desarrollan.

Esta operación, gestada en plena pandemia y que nos llevó casi un año concluir con éxito, supuso para muchos nadar contracorriente en el sector más afectado por la crisis de la Covid-19. En un entorno difícil hemos sabido detectar las posibilidades de desarrollo de nuestras marcas: distintas, experienciales, cuidadas y ágiles, al igual que nuestra estructura, para acometer todos los cambios que exigía la situación.

Nace un grupo multimarca con 36 establecimientos y con la misión de regalar momentos únicos de ocio a las personas, pero también con la ambición de trabajar diferente y mejor. Este afán recoge multitud de enseñanzas y aprendizajes que todos hemos experimentado en esos últimos meses y entre los que destaca sin, duda, la colaboración, como nunca la habíamos imaginado antes de la crisis.

Empresarios y profesionales de todos los niveles, hemos participado en webinars, iniciativas solidarias y en mil y una charlas formales e informales, con el fin de compartir y de poner al servicio de la sociedad herramientas, ideas y recursos para salir adelante, para inspirar y, en definitiva, para ayudar. Todos hemos tratado de aportar nuestro granito de arena en momentos de máxima impotencia.

En nuestro caso, por ejemplo, terminó de la mejor forma posible, aumentado la familia de marcas y la fortaleza del Grupo. Y esta puede serla tendencia que ha llegado para quedarse en el sector de la hostelería: la unión para hacerse más fuertes.

Uno de los aspectos en los que más me gusta incidir cuando tengo la oportunidad es en la competencia. Para nosotros la competencia no es un dragón de siete cabezas con el que hay que acabar, ni mucho menos. Creemos firmemente que la unión y el tamaño son importantes, por lo que seguimos dando pasos para conocer a nuestros competidores, que ahora entendemos mejor que nunca, con el fin de verlos como aliados. De hecho, tenemos en nuestra agenda distintos objetivos de colaboración que parecen indispensables para posicionar a una empresa de restauración de cara al futuro:

-Compartir acuerdos de compras para buscar en el mercado ‘eso’ que ambos necesitamos.

-Desarrollar nuevas zonas de expansión donde antes no las había, haciendo ‘destino’ lo que antes se encontraba abandonado.

-Compartir locales demasiado grandes con gestión y aprovechamiento conjunto.

-Avanzar en desarrollos tecnológicos agrupados aprovechando la experiencia de cada uno de nosotros.

-Realizar acciones de marketing simultáneas cuando se detecte una clara complementariedad de clientes, conceptos o valores. Como #elkioskorecomienda en el que sugerimos proyectos de restauración que se merecen todo nuestro apoyo.

-Compartir espacio en ‘Dark Kitchen’ donde desarrollamos cada uno nuestras marcas y desarrollar nuevos conceptos basados en la experiencia previa, recogiendo todo lo anterior.

¿Es todo esto posible? En nuestra opinión sí, porque lo estamos haciendo, buscando la eficiencia económica, pero poniendo siempre en el centro de todo lo que hacemos al cliente, al que hay que ganarse cada día para que salga de casa y disfrute en nuestros locales.

Y todo ello debe hacerse con una cocina digna, cuidada, honesta y con precios asequibles. Con una decoración cálida, cercana y amable. Ese es el tipo de empresas y marcas con las cuales estamos identificados y con las que seguiremos buscando puntos y estrategias en común que nos hagan seguir creciendo a todos.

Creo que en los próximos meses vamos a ver más operaciones o más alianzas como la nuestra, que impulsarán y afianzarán definitivamente a nuestro maltratado sector. Un sector cada vez más profesional, generador de empleo y que aporta más de un 5% al PIB. Un sector que se reinventa constantemente para ofrecer siempre la cara más amable al consumidor.

------------------------------------------------

Daniel Sala

Fundador y CEO de DIHME-EL KIOSKO, es licenciado en Ciencias Económica y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Auditoría de Cuentas por el Centro de Estudios Financieros y ha cursado el Advanced Risk Programme del Instituto de Empresa. Ha desarrollado su actividad profesional primero como consultor en IBM y luego en diversos puestos ejecutivos dentro del Banco Santander, al que ha estado vinculado profesionalmente durante 17 años.

En 2014 inicia sus primeros contactos con el mundo de la restauración, asesorando y gestionando franquicias, pero es en 2017 cuando el proyecto da un paso decisivo con la creación de DIHME junto a los hermanos Gonzalo (Borja y Joaquín), sus socios dentro del mundo de la restauración organizada.

El espíritu emprendedor de Daniel Sala, su profundo conocimiento del entorno económico y financiero español, la originalidad de su oferta y el hecho disponer siempre de locales propios para detectar y corregir posibles ineficiencias en el desarrollo de sus diferentes marcas convierten el abanico de franquicias de Grupo DIHME-EL KIOSKO en una opción de inversión atractiva para emprendedores y franquiciados.