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Candela Bravo, la nueva coctelería del Barrio de Las Letras acaba de abrir sus puertas de la mano de Familia Brown, una sociedad compuesta por los dueños de Ciriaco Brown (Abades, 13) y uno de los socios de Confitería –creador de coctelerías como Paradiso (recientemente nombrada 1º del mundo según el listado 50 Best Bars) o Dr. Stravinsky–. A esta nueva andadura se suma, en esta ocasión, Bareto, el grupo de cocteleros conformado por Adal Márquez, Edir Malpartida y Antonio Naranjo.
"Queremos ser un bar como los de antes, en los que la gente se lo pasaba bien”, cuentan los dueños de Candela Bravo, que se han encargado de elaborar una carta corta para un público maduro con “Clásicos de Bareto” como el Marianito Preparado, la Pomada Collins –con ginebra de Menorca, limón y refresco de limón– o el Sol Sin Sombra –con brandy, Ratafia, absenta y melón–.
Como ya sucedió en Ciriaco Brown, en Candela Bravo también se recurre a la seña de identidad de la casa, nombrando al proyecto con un homenaje a un personaje pintoresco. Esta vez, Candela Bravo se caracteriza por ser amiga del alma de Ciriaco Brown y su compañera de batallas en la noche madrileña. Prueba de ello es la foto dedicada de Ciriaco que cuelga en las paredes del local. Una vez más, ha sido el interiorismo a cargo de Alfonso de la Fuente, del estudio Pichiglás, el encargado de dotar de personalidad al espacio, con una iluminación cálida, algunas mesas altas y una mezcla de memorabilia que cuelga de las paredes y que hace referencia a licores antiguos y piezas que recuerdan al Madrid “de antes”.