Los chefs Juan Alcaide y Pablo Álvaro junto con la ayuda del pastelero Alejandro García, acaban de inaugurar Umikobake: un concepto que quiere revolucionar el sector con una propuesta de repostería japo fusión. Así, el equipo ha vuelto a sus orígenes ubicando su sede en el local original donde se fundó y comenzó la historia del universo Umiko, en la calle Los Madrazo, 18, a tan solo unos metros del actual restaurante. De esta forma, Umikobake transmite la cultura y el arte del proyecto a través de una línea de productos en la que la masa, el sabor y el color son los grandes protagonistas.

“Con la apertura de Umikobake buscamos continuar con la esencia de Umiko, que siempre ofrece algo rompedor e inesperado, pero esta vez ligado a la infancia y a esos sabores dulces que tanta felicidad nos dan siempre”, explica Alejandro García. “Nuestro trabajo se basa en la importancia de la calidad y de los sabores, las elaboraciones tradicionales y el valor de la artesanía por encima de todo, como bien me enseñó el gran pastelero Alejandro Montes, que recuperó la idea romántica de la pastelería y la costumbre de los desayunos y meriendas”, añade el pastelero.

Alejandro García: “Nuestro trabajo se basa en la importancia de la calidad y de los sabores, las elaboraciones tradicionales y el valor de la artesanía por encima de todo, como bien me enseñó el gran pastelero Alejandro Montes, que recuperó la idea romántica de la pastelería y la costumbre de los desayunos y meriendas”

Como si del escaparate de una joyería se tratase, se presentan cada día los diferentes productos de Umikobake, elaborados en su obrador. “Todo aquel que nos visite descubrirá un concepto único, en el que jugaremos con las masas para dar a conocer un mundo sin límites, enfocándonos en la fusión de la cocina japonesa con la pastelería europea y especialmente francesa”, indica Alejandro.

La piedra angular del proyecto es el mochi, el dulce japonés por excelencia que se puede degustar relleno de una gran variedad de ingredientes, como praliné de avellanas, té verde con yuzu, frambuesa, chocolate, vainilla con caramelo salado, cookie, tarta de queso o carrot cake. Pero el obrador de Umikobake irá mucho más allá del mochi, ofreciendo un producto exclusivo y diferenciador: el umisan. Se trata de una lectura particular del croissant y la bollería tradicional en versión japonesa, que puede disfrutarse en opción dulce y salada, o con rellenos como tiramisú, té verde, frambuesa, chocolate, canela, kouign amann o maíz con palomitas, la estrella de la carta.

De igual modo, en Umikobake tienen cabida las tartas -vainilla con frutos del bosque, chocolate, carrot cake y cítricos-, así como elaboraciones especiales limitadas en función de las tradiciones madrileñas y ciertas épocas del año. En concreto, para esta Navidad, se ofrece panetonne, roscón con ralladura de yuzu y kougelhopf, el famoso dulce navideño de la región de Alsacia que Umikobake reinterpreta con chocolate negro, nueces, frutas y mantequilla de avellana. Con todo ello, Umikobake se suma al universo Umiko con el propósito de acercar una nueva forma de entender y disfrutar de la repostería.