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Inspirada por la estética de los años 70 y los “Fat Cats Burglars”, la coctelería de aires clandestinos Fat Cats abre sus puertas en el madrileño barrio de Las Letras (Calle del Infante, 5). “Todos nuestros cócteles son variaciones, un poco pícaras, de bebidas fácilmente reconocibles como el Mojito, el Old Fashioned, el Paloma o el emblemático Margarita. Nuestro menú a futuro irá expandiéndose y evolucionando, siempre bajo la máxima de homenajear a los clásicos, esos que todos conocemos y apreciamos”, cuenta Fernando Alexander Lobo Chaves, bartender principal del proyecto.
El espacio, firmado por la diseñadora de interiores Alejandra Pombo, rinde tributo a las suntuosas residencias de los años 70, “aquellas que atraían la mirada de los ladrones más astutos de la época”, cuentan desde el proyecto. La elección de materiales y sus acabados hacen viajar al visitante a aquellas lujosas mansiones que los “Fat Cats Burglars” hubieran elegido para sus golpes.
Su carta arranca con una propuesta de “Aperitifs” para comenzar, al que le siguen los “Sour & Daisy”, “Long Drinks”, “After dinner” y su versión de cócteles sin alcohol, sus “Mocktails”. El equipo de Fat Cats, con larga trayectoria y experiencia en restaurantes, coctelerías y hoteles de lujo a nivel internacional, presta mucha atención al tipo de vaso en el que sirven y presentan sus cócteles, diferenciando entre coupe, lowball o highball, dependiendo del trago en cuestión. La intensidad de estos, dividida entre suave, media, fuerte o sin alcohol, se adapta a los gustos del cliente.
Fernando Alexander Lobo Chaves: “Todos nuestros cócteles son variaciones, un poco pícaras, de bebidas fácilmente reconocibles como el Mojito, el Old Fashioned, el Paloma o el emblemático Margarita. Nuestro menú a futuro irá expandiéndose y evolucionando, siempre bajo la máxima de homenajear a los clásicos, esos que todos conocemos y apreciamos”
En los “Aperitifs” se encuentran cócteles como su “Golden Dream”inspirado en el clásico Boulevardier con rye whiskey, little blanc, bitter bianco y vermut Lustau; también su “Red Danger Light”, una versión del Spritz con bourbon, Aperol, Campari, zumo de arándanos, zumo de lima y sirope de castañas y tomillo; o su “Black Cats” con ron blanco, olivas negras y cordial de cilantro, un twist entre el Gimlet y el refrescante Daiquiri.
En “Sour & Daisy” la propuesta comienza con creaciones como “Treasures Upstairs”, su versión del clásico Margarita con tequila, zumo de limón, licor humo y sirope de agave; el “The long dinner”, su reinterpretación del Basil Smash con ginebra, zumo de limón, albahaca y sirope de melón o el “Alarm Off”, para amantes del clásico Pisco Sour elaborado con pisco, calvados, sirope de manzanas y clara de huevo.
Por su parte, en el apartado “Long Drinks”, se encuentran otros clásicos revisitados como el “Undercover”, su versión del Vodka Fizz con vodka, cordial de frambuesa y aloe vera; el “Watch out Palm Beach”, su interpretación del clásico Paloma con mezcal, falernum, zumo de lima y pomelo; o el sorprendente “Sneaky Guest”, con ron blanco de menta, sirope de sandía y cordial de lima.
La propuesta de Fat Cats continúa con el “After dinner”, con tragos como el “Diamond Lift”, una nueva versión del clásico Grasshopper con licor de cacao blanco, licor de menta verde, chartreuse verde y crema; el “Heist Night Fever”, el Espresso Martiniversionado con brandy, licor café, café y caramelo salado; o su “Midnight swipe”, un twist del Old Fashioned elaborado con mix de rones, oloroso, aceite de plátano y angostura.
Además, Fat Cats ofrece también opciones de cócteles sin alcohol: “Sunset Getaway”, con cordial de frambuesa, fruta de la pasión, zumo de piña y lima; su “Plan B”, con zumo de manzana especiado, zumo de limón y Ginger ale; o su “Bye-Bye Police”, con pomelo y refrescante de mandarina.
Como broche final, la propuesta líquida se acompaña por una carta opciones para picar entre las que se encuentran el Hummus, la Tablas de embutidos o la de quesos, así como el neoyorkino Sándwich de Pastrami o un Grilled Cheese.