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Cuando España entera se vio sorprendida por el apagón eléctrico a primera hora de la tarde, algunos conocidos actores de la hostelería tuvieron que tomar decisiones rápidas. Así respondieron algunos de los partners gastronómicos del panorama nacional.
Desde Grosso Napoletano, el apagón supuso un reto de gestión a gran escala, teniendo en cuenta su presencia en múltiples ciudades y el volumen de locales operativos. “Ha sido una gestión compleja, teniendo en cuenta todos los locales y las ciudades en las que estamos presentes. Lo principal fue asegurar que todos los equipos estuvieran bien”, explica Bruno González, CEO de Grosso Napoletano.
Cuando España entera se vio sorprendida por el apagón eléctrico a primera hora de la tarde, algunos conocidos actores de la hostelería tuvieron que tomar decisiones rápidas
La compañía activó de inmediato su red de Área Managers para mantener una comunicación constante con sus equipos, evaluar la situación en cada local y adaptar la operativa. Algunos establecimientos cerraron temporalmente, mientras que otros continuaron en condiciones limitadas. “Nuestros sistemas nos permiten tener perfectamente trazada la conservación de los productos, lo que ha sido clave para asegurar la seguridad y calidad alimentaria en todo momento”, añade González.
Con locales en pleno centro de Madrid como Rosi La Loca, Bestial by Rosi La Loca e Inclán Brutal Bar, Grupo Rosi La Loca World reaccionó con agilidad y empatía, manteniendo su sello de hospitalidad única. A las 13:00, en plena hora punta de servicio de comidas, se quedaron sin suministro eléctrico, como tantos otros. Pero lejos de cerrar, los equipos sacaron las mesas a la calle para aprovechar la luz natural y ofrecieron una carta reducida de platos fríos, además de un cóctel de bienvenida gratuito.
“Todo lo que se facturó se convirtió en propina directa para el equipo. Era nuestra forma de agradecerles su entrega, su alegría y el compromiso con el que se volcaron desde el primer minuto”, declaró Minerva Tapial, CEO del grupo.
El servicio se mantuvo hasta el cierre habitual, a la 1:30, ofreciendo platos que no requirieron cocina activa. “No podíamos dejar tirada a la gente. Quisimos ofrecer algo más que comida: refugio y nuestra alegría tan característica, incluso sin luz”, añade Tapial. Rosi La Loca World reafirmó su identidad basada en la hospitalidad radicalmente humana y demostró que su luz más importante es la que nace de su equipo.
En el caso del grupo Big Mamma, presentes en Madrid y Barcelona, la reacción fue inmediata y basada en criterios de seguridad alimentaria. El apagón provocó importantes pérdidas de producto.
“Ayer, sobre las 16:00, pusimos toda la comida con hielos para intentar salvar lo posible. Tenemos mucha materia prima en neveras pequeñas que, sabíamos, íbamos a tener que tirar. Por suerte, las neveras grandes aguantaron”, explica Daniele Tasso, chef ejecutivo de Big Mamma.
El impacto más significativo se produjo en el restaurante Gloria, su última apertura en Barcelona, donde se perdió toda la materia prima de pescado crudo, base esencial de su carta.
Asimismo, en Circolo Popolare, ubicado en la Torre Picasso de Madrid, la luz no volvió hasta esta mañana, lo que obligó a desechar toda la comida preparada para el servicio del día anterior, estimada en unos 1.000 cubiertos. “Hoy hemos podido abrir, pero con una carta más reducida. La prioridad es seguir ofreciendo un servicio de calidad, dentro de lo posible”, añade Tasso.
Por último, el restaurante Juana La Loca se encontraba cerrado por descanso habitual, pero aun así su equipo tomó medidas preventivas. “Suspendimos las entregas de productos refrigerados y pudimos sobrellevar la situación gracias al esfuerzo del personal de sala, cocina y la comprensión de nuestros proveedores”, explica Mariano Tato, propietario del local. Una decisión que evitó pérdidas mayores en un contexto tan imprevisible.