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El Hotel Vía Augusta, ubicado en el barrio barcelonés de Gracia, ha renovado la imagen de sus espacios comunes en busca de un regreso a sus origenes, cuya naturaleza data de mediados del siglo XX. La reforma la ha realizado el estudio DYD Interiorismo, de la mano de Chelo Alcañiz.
"Nuestro objetivo era que el cliente se reencontrara con la sociedad de esa época" ha asegurado la interiorista," Para ello, estudiamos en profundidad los elementos decorativos característicos del siglo pasado que se utilizaban en la ciudad condal e incorporamos algunos detalles en el hotel". Los guiños a la ciudad de Barcelona se reflejan en muchos detalles, como en el clásico pavimento de adoquines creado para Barcelona, en color verde, que hace las veces de alfombra bajo el sofá del lobby.
Y es que el color verde es una de las señas de identidad de la nueva reforma, con diversas tonalidades diseñadas para potenciar al máximo la luminosidad. El verde pastel que viste paredes y algunos suelos infunde suavidad a la iluminación, y se combina con el verde azulado que tapiza algunos elementos del mobiliario. El aprovechamiento de la luz natural se refuerza con el verde frondoso de las plantas naturales que asoman a través de los ventanales.
El aprovechamiento del espacio ha sido una de las prioridades a la hora de diseñar el mobiliario
La pared del lobby está presidida por una gran librería encastada realizada en roble natural, cuyas puertas correderas están realizadas con rejilla clásica de mimbre trenzado. Por otra parte, se han diseñado dos enormes hexágonos a modo de mostradores, realizados en símil mármol, que aportan grandiosidad al espacio de recepción. Frente a ellos, los clientes amenizarán sus esperas en un banco de mármol de carrara completado y raspaldos de mimbre trenzado, completados con unas galletas tapizadas en gris y cojines estampados con motivos geométricos en tonos mostaza, verde y blanco. Unas mesitas, con el sobre de mármol blanco rematado en dorado, y un par de pufs redondos, tapizados en gris con la base dorada, completan el armonioso conjunto.
Por último, el área de desayunos ofrece un diseño urbanita y funcional, con un gran vinilo con un plano de la ciudad decora una de las paredes, bajo la cual se ha diseñado una gran bancada tapizada en tela verde.
En definitiva, la reforma de las zonas comunes del Hotel Vía Augusta consigue acercar a la Barcelona del siglo pasado a sus clientes sin por ello renunciar a un estilo actual, urbanita y acogedor, en esa mezcla de tradición y modernidad que siempre ha definido a la urbe catalana.