Café Barbieri reabre sus puertas tras permanecer un año cerrado para situarse en el momento actual. El local quiere recuperar su primera etapa, devolviendo a su sala principal a su imagen original, en la que se despliegan las mesas de mármol y madera y sus inconfundibles sofás de terciopelo rojo de época.

Este nuevo capítulo que protagoniza ahora el Café Barbieri bajo la gestión del empresario hostelero Paul Torriglia de Altolaguirre, “supone la recuperación de su esplendor de antaño, respetando al máximo su esencia, por lo que en la reforma previa a su reapertura se han conservado todos los elementos originales del café tales como apliques, la barra, los ventanales, los espejos, las mesas y las sillas”, señalan sus responsables. Sin embargo, se ha realizado una mejora de iluminación a cargo del Estudio Mayice, cuyo equipo de diseñadores e interioristas crea piezas con el objetivo de crear atmósferas y relatos poéticos a través de la luz y el cristal.

Paul Torriglia de Altolaguirre: “Supone la recuperación de su esplendor de antaño, respetando al máximo su esencia, por lo que en la reforma previa a su reapertura se han conservado todos los elementos originales del café tales como apliques, la barra, los ventanales, los espejos, las mesas y las sillas” 

Además de su sala principal, el Café Barbieri cuenta con una sala contigua ahora recuperada y actualizada para su uso y cuya decoración ha sido renovada rompiendo con el estilo centenario de la sala principal. Así, este es un espacio añadido que luce una estética vanguardista mediante mobiliario de diseño y un tono anaranjado en sus paredes.

Uno de los cambios fundamentales de esta nueva etapa es el giro en su planteamiento gastronómico. Conectando directamente con la inspiración italiana sobre la que fue fundado hace ahora un siglo y también con el origen genovés de su actual propietario–, en la nueva carta del Café Barbieri encontramos recetas que aluden a la tradición gastronómica italiana.

Otra de las grandes novedades son las pizzas de estilo veronés que se preparan en el vanguardista horno recién instalado en el local y que queda a la vista del público. Este tipo de pizza se caracteriza por su masa fina y crujiente, y en Café Barbieri en concreto se trabajan con masa de levadura madre natural de harina orgánica semi integral molida a piedra y 60 horas de descanso, resultando mucho más ligeras a la hora de digerirlas.

En la parte dulce las estrellas son los postres clásicos italianos como el Tiramisú, el Mini canolo sicialiano y la Panna cotta, todos ellos fieles a las recetas tradicionales y con elaboración casera.

La experiencia en Café Barbieri se completa con una amplia oferta de cócteles y aperitivos con nombres de personajes reconocidos y que tienen una vinculación específica con el barrio de Lavapiés. Prueba de ellos son el Cinammon Espresso “Barbieri, el “Lavapiés” Mai Tai, el Spicy Margarita Gloria Fuertes, el “Sabina” Bourbon Sour, el Negroni “García Lorca” oel Bloody Mary de Alfonso XIII. A estos se suman diferentes propuestas para degustar a modo de aperitivo como el vermouth Barbieri, el Quijote Spritz, el Spritz Castizo, o The June Spritz.