Vivimos organizados en estados, renunciando a parte de nuestra libertad, para garantizar nuestros derechos civiles: nuestro derecho a la libertad, a la vida, a la propiedad, al trabajo, a la integridad física, a la seguridad, a la privacidad…
Hemos sufrido una pandemia con unas consecuencias sanitarias y económicas gravísimas. No hay precedente. Al inicio entendimos que los gobiernos hicieran lo que buenamente pudieron, porque no había información suficiente sobre el virus y sus efectos. Hemos sido comprensivos, confiados, disciplinados y solidarios.
Hemos superado lo más grave de la pandemia gracias a los avances de la ciencia fundamentalmente. Los científicos han sido los que han encontrado los puntos flacos del enemigo para debilitarlo, salvar vidas y darnos las claves para frenar la transmisión del virus.
Una vez realizada esta reflexión, es el momento de recordar que los estados deben trabajar para garantizar todos nuestros derechos civiles y que la experiencia de la pandemia y el conocimiento de los científicos evidencian que preservar el derecho a la vida y el derecho a ganarse el sustento son tareas compatibles. No solo compatibles, sino moralmente exigibles. Solo hay una vía de transmisión del virus, por el aire.
"El control del aire debe ser requisito indispensable, como lo fue la prohibición de fumar en espacios públicos"
Regular los niveles de CO2 en los espacios cerrados es un deber de los políticos y un derecho de los ciudadanos. Los ciudadanos que visitamos un establecimiento y los ciudadanos que trabajan en él tenemos derecho a respirar aire limpio, que no haya sido respirado previamente, para evitar riesgos evitables para nuestra salud. La seguridad total no existe, pero respirar aire previamente respirado es un riesgo seguro y hoy en día fácilmente evitable. Comemos alimentos que están controlados por sanidad, bebemos agua potabilizada y metemos muchos litros de aire al día en nuestros pulmones que deben tener garantía de pureza. Los científicos anuncian nuevas olas de COVID y futuras pandemias respiratorias. El control del aire debe ser requisito indispensable, como lo fue la prohibición de fumar en espacios públicos.
Si podemos garantizar que la calidad del aire que respiramos en interiores es igual que en espacios abiertos, no caben ya cierres sectoriales ni restricciones a la actividad económica, que fundamentalmente ha sufrido el sector de la hostelería. Las crisis económicas también matan, y muchos ciudadanos se han visto obligados por imperativo legal a cerrar sus negocios sin ser indemnizados por semejante atropello. Para agravar la situación, los hosteleros han sufrido más o menos restricciones en función de la CCAA donde ejercían su actividad. Los hosteleros de Aragón, por ejemplo, han sufrido muy especialmente las restricciones y los datos de esta CCAA han sido de los peores de España.
Es obligación de los gobiernos frenar la transmisión de los virus respiratorios y los científicos nos han dicho cómo hacerlo, ya no hay excusa. No más cierres, ni restricciones a la actividad económica.
----------------------------------------------
Carmen Herrarte Cajal
Carmen Herrarte Cajal, madre de 4 hijos, es desde junio de 2019 Consejera de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza. Desde ese área han sido pioneros en innovación con programas de microfinanciación para autónomos, proyectos de medición de la calidad el aire en establecimientos comerciales cerrados y el programa de incentivos al consumo Volveremos que cuenta con el 90% de satisfacción de los ciudadanos de Zaragoza, entre otros.
A lo largo de sus más de 20 años de carrera profesional, ha desempeñado diversas responsabilidades en áreas de marketing y comunicación de distintas compañías y sectores. En el área académica, ha sido profesora de posgrado de la Universidad de Loyola (Andalucía).
En el área empresarial, y después de llevar la dirección de marketing y comunicación de la Universidad San Jorge durante 6 años, en el año 2014 se incorporó al Grupo Iberebro como directora de comunicación y en 2017 fue nombrada, dentro del mismo grupo, directora de La Torre Outlet y de ZIR asumiendo el importante reto de arrancar los dos proyectos: un complejo de ocio y compras donde estaba la antigua factoría de Pikolin de Zaragoza y un centro de innovación. Ambos ambicionan crear un ecosistema único orientado a anticipar y crear el retail del consumidor del futuro. Previamente, y también en retail, había trabajado para Azento Española de Mobiliario, empresa licenciataria de Agatha Ruiz de la Prada Hogar como responsable de Marketing y Comunicación de la línea de descanso, mobiliario juvenil y baños.
En el área de medios de comunicación, fue directora de la Televisión Local de Teruel; y en Zaragoza, directora comercial de Radio Intereconomía y de Punto Radio. Para el Pabellón de la Santa Sede de Expozaragoza 2008 llevó, entre otras responsabilidades, la dirección de comunicación y la portavocía del congreso que se celebró durante la exposición.
