Restaurantes y Bares

​La Veranda, restaurante con vistas al Cantábrico

Giro de 180 grados tras la intervención llevada a cabo por el Estudio de Interiorismo Raquel González
Raquel González Interiorismo Proyecto Restaurante La Veranda VISUALES
El restaurante ‘La Veranda’ cuenta con una superficie de 470 metros cuadrados.

La Veranda, uno de los dos restaurantes del hotel Igeretxe, en Getxo (Bilbao), ha dado un giro de 180 grados tras la intervención llevada a cabo por el Estudio de Interiorismo Raquel González, encargado de su proyecto de reforma y decoración. El nuevo espacio gastronómico, situado en la parte central de la planta baja del hotel, se ha convertido en un lugar para desayunar, disfrutar de un aperitivo, comida o cena admirando las vistas al mar, frente a la Playa Ereaga. “Hemos querido crear un ambiente cálido, acogedor y cosmopolita. Un nuevo concepto que fuese acorde con la estética del hotel y con el entorno en el que se encuentra”, comenta la interiorista.

El hotel Igeretxe encargó a la interiorista Raquel González la reforma de este espacio bajo la premisa de que la reforma debía de realizarse en muy poco espacio de tiempo, para apenas tener que cerrar unos días. Los objetivos principales de esta reforma fueron tres: ganar espacio para poder albergar más comensales, conseguir una estética joven e informal que consiguiera revivir la belleza de elementos originales y característicos del restaurante (como el hormigón visto de los pilares y la pared forrada de madera de la zona de la librería), y potenciar las vistas al mar de las que se disfrutan desde el establecimiento.

Para ello Raquel González ha sabido potenciar al máximo su ubicación en primera línea de playa orientando todo el mobiliario y los espacios al mar, ha añadido elementos con mucho color y una combinación de textiles para conseguir una estética actual. Para ello también ha reorganizado y modernizado los espacios con nuevos revestimientos y mobiliario, adaptando el suelo original y los materiales nobles ya existentes a los nuevos cambios.

Debido a la poca altura de la que dispone el restaurante, para el proyecto de iluminación se ha optado por iluminación de carril pegado a techo con luces led graduables de Faro. El toque contemporáneo se ha aportado con una gran lámpara central de latón, las lámparas de techo sobre las mesas altas y varias lámparas colgantes sobre la barra. En cuanto a la insonorización del local, se han instalado paneles absorbentes acústicos para absorber y aislar los ruidos, pero con una estética acorde con el proyecto que aporta gran calidez.

El restaurante cuenta con una superficie de 470 metros cuadrados cuya distribución se entiende en tres zonas: la barra de bar, el restaurante y, por último, la terraza que se ha dividido en dos zonas -una parte cerrada destinada al restaurante y que da continuidad a este, y otra abierta que da servicio a la zona de bar. Cada uno de los nuevos ambientes creados se ha resaltado con distintos elementos que los diferencia y les otorgan una personalidad distinta, pero manteniendo como hilo conductor en todos ellos la combinación del mostaza y el verde como colores predominantes.

Al adentrarnos en el establecimiento lo primero que encontramos es la zona del bar compuesta por varias mesas altas diseñadas por el estudio con sobre de mármol negro veteado, acompañadas de dos modelos distintos de taburetes de Andreu World actualizados a través de un retapizado en color mostaza con tela de Güell Lamadrid.

Al fondo de este espacio se ubica la barra de bar, un modelo clásico actualizado que se ha conseguido gracias a la combinación de su base de madera con moldura clásica y el sobre de mármol negro veteado a juego con las mesas, que le proporciona el toque contemporáneo y unifica el espacio. A petición del propietario, en una de las esquinas de la zona de la barra de bar se ha creado un espacio gourmet dedicado a embutidos en los que se ofrece el servicio de corte a cuchillo.

A nivel estructural destacan varios de los grandes pilares originales de hormigón visto que estaban ocultos entre pladur y la interiorista decidió dejar a la vista. “Nos pareció que los pilares originales del espacio eran un elemento a destacar, así que los picamos todos para que lucieran como elementos destacables en el espacio”, comenta la Raquel González.

Restaurante y terraza

A la derecha de la entrada al local se encuentra la zona del restaurante, una zona en las que se combinan mesas redondas y cuadradas de Casual, con la sencillez y estilo retro de las sillas Ironica de Ton R&D en madera de haya lacadas en negro, y las butacas y bancos de Casual tapizados en tela mostaza de Güell Lamadrid. Una combinación de formas y estilos que tiene como objetivo poder jugar con distintas distribuciones y aprovechar al máximo el espacio en función de las necesidades de cada momento. Como mueble organizador del menaje del restaurante, se diseñó un buffet a medida en madera sintética de melamina, de Finsa.

Las paredes de la zona de comedor se han cubierto con una combinación de madera y azulejos en verde musgo de Nais. El toque de la librería original del establecimiento se ha resaltado con la pared de azulejos, mientras que el resto se ha revestido en madera. La pared del mueble buffet se ha revestido con azulejo en la parte superior, mientras que en la zona inferior se ha creado un zócalo de madera para dar continuidad al comedor.

La terraza es la gran protagonista del establecimiento gracias a las privilegiadas vistas que ofrece frente al mar y que permiten disfrutar de un espacio único. Esta se ha proyectado semicubierta, creando un cerramiento a partir de una estructura de cristal y unos toldos correderos con el objetivo de hacerla más acogedora y poder dar servicio independientemente del tiempo.

El espacio de restaurante exterior comparte el mismo estilo de mobiliario que el usado para el interior, en tonos madera y con detalles siguiendo la misma línea cromática del verde y mostaza. Por el contrario, la zona exterior destinada al bar, se ha enfocada a un ambiente chill out con mesas bajas de madera acompañadas de bancos coloridos de Casual y textiles en tonos verdes y rosas de Guell Lamadrid para aportar un toque divertido y juvenil a este espacio un tanto más informal.

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