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Actualmente, quienes trabajan en la hostelería saben muy bien que innovar es casi una obligación. Pero no siempre se puede estar haciendo pruebas y experimentos arriesgados que consumen tiempo, recursos y dinero. Afortunadamente existen formas inteligentes de renovar los menús sin tener que complicarse demasiado la vida ni disparar los costes. ¿Una de las más eficaces? Aprovechar las recetas que grandes marcas alimentarias ya tienen desarrolladas.
No hace falta ser Ferran Adrià para tener buenas ideas en cocina. Lo cierto es que la mayoría de los profesionales, sobre todo en el canal HORECA, necesitan ser creativos… pero también prácticos. Porque no solo se trata de hacer platos que sorprendan, sino que además sean rentables, se puedan producir con regularidad y que encajen con el estilo del local.
Por eso, inspirarse en recetas que ya funcionan es una jugada muy astuta. No se trata de copiar tal cual, sino de tomar ideas que ya han sido bien pensadas y darles nuestro toque. Así se reduce mucho el tiempo que dedicaríamos a crear un plato desde cero y evitamos errores que pueden costar caro.
Además, muchas de estas recetas están pensadas justamente para cocinas profesionales, con ingredientes fáciles de conseguir, que permiten escalar cantidades y mantener siempre el mismo resultado.
Las grandes marcas de alimentación no solo se dedican a vender productos. Muchas han ido un paso más allá y ahora también ayudan a los profesionales a sacar el máximo partido a lo que compran. ¿Cómo? Ofreciendo ideas, recetas y sugerencias prácticas. Y entre esas marcas, ElPozo es un buen ejemplo.
Esta empresa, muy conocida en el sector por sus embutidos, carnes y preparados, también colabora con cocineros para crear platos pensados para bares, restaurantes, hoteles o caterings. Todo con el objetivo de facilitar el trabajo en cocina y aportar valor real a los negocios.
En su proyecto ElPozo Cocina reúnen diferentes recetas prácticas, sabrosas y fáciles de adaptar al día a día de cualquier restaurante. Están pensadas para que quien las use no tenga que perder tiempo. Son recetas creadas desde el conocimiento técnico, pero sin complicaciones innecesarias.
Inspirarse en estas recetas tiene multitud de ventajas que hacen que cada vez más negocios de hostelería las tengan en cuenta como parte de su estrategia.
1. Ahorras tiempo
Desarrollar un plato desde cero puede llevar semanas de pruebas, ajustes y validaciones. Al partir de una receta ya testeada, ese proceso se acorta. Puedes centrarte en adaptarla y sacarla adelante sin retrasos.
2. Tienes los costes bajo control
Estas recetas están diseñadas con márgenes reales, pensando en lo que cuesta cada ingrediente y en que el plato sea rentable. Eso te permite trabajar con escandallos claros y evitar sorpresas.
3. Mantienes la calidad en cada plato
Al usar productos de marcas que cuidan mucho sus estándares, sabes que la calidad del resultado final va a ser siempre la misma.
4. Te alineas con lo que quiere la gente
Las grandes marcas investigan constantemente qué es lo que más gusta al consumidor. Así que sus recetas no están hechas al azar; responden a tendencias reales. Incorporarlas a tu carta te permite estar al día sin tener que hacer estudios de mercado por tu cuenta.
5. Recibes materiales que te facilitan la vida
Muchas de estas recetas vienen acompañadas de vídeos, fotos, instrucciones claras, incluso ideas para la presentación. Eso es una gran ayuda, sobre todo si tienes que formar a nuevos miembros del equipo.
Ahora bien, no se trata solo de coger una receta y ponerla tal cual en la carta. Lo ideal es usarla como base, entenderla, y adaptarla al estilo del local y al gusto de tu clientela.
Dejarse inspirar por grandes marcas es una estrategia que permite aprovechar el trabajo de quienes ya han hecho parte del camino, para que tú puedas centrarte en lo que realmente importa: ofrecer platos que gusten, que funcionen, y que te ayuden a hacer crecer tu negocio.