Revista
“Una taberna informal para divertirse en la mesa pero muy seria en cocina: con el mejor producto, recetas originales y todo artesanal y hecho en casa”. Así define su nueva propuesta casual en Barcelona el Chef Paco Pérez, cinco estrellas Michelin (dos en el restaurante Miramar de Llançà, dos en L’Enoteca del Hotel Arts de Barcelona y una en Cinco by Paco Pérez de Berlín).
BAO bar, en el barrio de Sarrià de la Ciudad Condal, ofrece una carta informal con platos sabrosos y sanos. Se sirven entrantes para compartir, ensaladas y brochetas, entre otros, pero su plato estrella son los baos. Se trata de un tipo de bun (bollo) cocinado al vapor y muy popular en las calles de Taiwan y Filipinas. Los baos de Paco Pérez tienen acento autóctono en el interior y son totalmente artesanales. Y es que este pan asiático se elabora desde cero en BAO bar: con masa madre traída por el chef en sus viajes a Asia, harina Ylla especial, agua, levadura, azúcar, leche, aceite y sal.
El interiorismo de BAO bar se inspira en las izakayas (tabernas japonesas) y los markets nocturnos asiáticos, buscando una experiencia gastronómica casual para compartir con amigos. La arquitecta Esther Rovira ha convertido la vaporera de bambú en la que se elaboran los baos en símbolo del local. De ahí nacen las bao-nubes que invaden el techo: lámparas ligeras hechas de vaporeras de bambú y leds para evocar una noche de verano en un mercado callejero. El bambú, las maderas claras y las mesas largas y para compartir dibujan un ambiente de taberna informal.
Una cocina abierta permite a los comensales observar cómo se elaboran los platos. Un showcooking que comparte protagonismo con la barra cervecera. Como en su carta, el local mezcla lo asiático con lo autóctono: en la pared bao luce un graffiti de jóvenes artistas de Barcelona.
La Carta
En la primera carta de BAO bar, Paco Pérez rellena los baos de Buey de mar, corales, mayonesa y rábano; Frincandó de Wagyu; Lagarto ibérico (pieza del cerdo ibérico pegada al costillar, muy jugosa), torta del Casar, panceta y fries; Rabo de Wagyu y tendones al palo cortado; Chipirón con huevo, bacon y salsa tártara; y Burgerboom 007.
Completan la carta entrantes para compartir: mejillones en escabeche marino; pulpo picón; anguila “all i pebre”; curry de pez limón y cerezas y gambeta roja con papada y champiñón. Y opciones refrescantes: ceviche vegetal y “tomates que se quieren”. La carta incluye también brochetas bajo el nombre Tritón: de alitas de pollo en escalivada y el mil hojas de moruno.
Por su parte, los postres se elaboran en casa: helados soft hechos con manzana asada al horno de brasas, que se presentan en diversas versiones: con crema de chocolate, toffee y manzana; con crema de almendras, piña fresca, coco, estragón y jarabe de arce o como un divertido corneto con toppings. Algunos se encierran en el interior de un bao.
En cuanto a la oferta de bebidas de BAO bar, muchas de las propuestas son para compartir: shake de leche de chufa, cacao y dátil; limonada natural con lima, menta y critronela; té de melocotón, mandarina y tomillo; y una Pink Panther con leche de chufa, frambuesa y miel, todas ellas homemade. También se sirven jarras de cerveza y “pichet” de vinos y sakes.