Kemuri llega a Marbella de la mano de Dani García con una carta, amplia y variada, que permanece fiel a su esencia, incluyendo una propuesta con platos procedentes de la cocina nipona más clásica reinterpretada, como el ramen de wagyu, todo ello en combinación con un ambiente singular.

Inspirándose en el origen etimológico de su propio nombre, Kemuri, que significa humo en japonés, cuenta con un espacio diseñado en base al contraste de claroscuros propio de la arquitectura japonesa. Un juego de luces y sombras que forman un entorno envolvente, donde piedras, estucos rugosos y maderas de tonos oscuros se combinan con otros elementos como el shoji, las tradicionales puertas correderas de papel traslúcido y marcos de madera propias de Japón.

Así, en el espacio principal, se impone la barra de Omakase, donde el itamae o jefe de cocina forma parte de la experiencia del comensal, que se pondrá en manos del chef para poder degustar la propuesta de sushi de Kemuri. Como contrapunto, un reservado invitará al comensal a adentrarse en la parte más privada y exclusiva del restaurante, donde paredes empapeladas en tonos dorados envejecidos con motivos florales y maderas en tonos oscuros brindan calidez al ambiente.

La oferta culinaria de Kemuri se complementa con una propuesta líquida donde sobresale la carta de sakes, que consta de una minuciosa selección de aproximadamente 40 diferentes sakes seleccionados por el Sake Sommelier, Dominik Ponomarew.

Cuando cae la noche, Kemuri se transforma en un cocktail bar e invita a todos los curiosos a adentrarse en un espacio clandestino y único, donde poder vivir las veladas más singulares de Marbella. Se trata de Kurai -oscuro en japonés-, una barra de coctelería con una carta de autor firmada por Dani García y dirigida por Manu Valenciano, Bar Manager del Grupo y el equipo de barra. Sus cócteles, diseñados en línea con la propuesta gastronómica del restaurante, están inspirados en la historia que hay detrás de los llamados Cinco Tesoros Nacionales de Japón.