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El nuevo emblema de Grupo Kabuki, en el corazón del Barrio de Salamanca de Madrid ha abierto sus puertas. El chef mexicano Alejandro Durán se pone al frente de la cocina y su propuesta se caracteriza por mantener el estilo Kabuki pero con nuevos toques latinoamericanos.
“Desde ahora, la calle Lagasca estará más cerca de Japón que nunca. Y es que Kabuki Madrid rinde homenaje a platos tradicionales y minimalistas japoneses, ejecutando con maestría el estilo robatayaki, por ejemplo, una de las técnicas gastronómicas más aclamadas consistentes en cocinar en parrilla de carbón”, explican. Pero el chef no se queda ahí, plasmando también su influencia mexicana en platos como el futomaki de cochinita pibil o un aguachile de cenizas y pulpo con aguacate sunomono. La cocina tradicional madrileña también se ve reflejada en platos como los yakitoris de callos de wagyu, de oreja de cerdo o de mollejas de cordero.
Completan la oferta con una barra de sushi para seis personas y un servicio de coctelería en su Kikubari, el bar de Kabuki en horario ininterrumpido desde las 13:00h hasta la 01:00h de la madrugada de martes a jueves, y se amplía hasta las 02:00h los viernes y sábados. A su oferta de coctelería clásica se unen el sake, el umeshu, los whisky japoneses, el té matcha, el jengibre, el yuzu y otros ingredientes.
Kabuki Madrid abre con seis asientos para ofrecer una atención altamente personalizada. Imprescindibles son su tataki de lubina con mostaza japonesa, cebolleta, wakame y piñones, el nigiri de cigala con grasa de jamón ‘Joselito’ y salsa nikiri y la degustación de atún, selección de sus tres diferentes cortes.
Para aquellos que prefieren alternativas vegetarianas, el restaurante también ofrece numerosas opciones de verduras. En la parte dulce destacan los mochis Kabuki, realizados de forma artesanal, la sopa de mango y jengibre con fruta fresca, helado de coco y dacquoise de coco o el brioche hojaldrado con chocolate guanaja 70%, azúcar de té matcha y un sorbete de coco y yuzu.