Revista
daar Arquitectura ha llevado a cabo un proyecto de rehabilitación e interiorismo en el centro histórico de Sevilla: la transformación de tres edificios protegidos en la Plaza de San Francisco y Calle Álvarez Quintero en el hotel Hotel Mercer Sevilla. El proyecto, promovido por Millenium Hospitality Real Estate y bajo la marca hotelera Mercer, se consolida por su enfoque en la conservación, la integración de hallazgos arqueológicos y la adaptación funcional a las necesidades del sector hotelero.
El conjunto hotelero, de 2.725 metros cuadrados, se distribuye a lo largo de tres inmuebles. Durante la ejecución de las obras salieron a la luz restos de la antigua muralla romana del siglo III, parte fundamental del perímetro defensivo de la antigua Híspalis. Este hallazgo, ahora integrado en el diseño arquitectónico, se ha convertido en uno de los grandes atractivos del hotel, permitiendo que visitantes y huéspedes puedan contemplar y estudiar este vestigio histórico.
Durante la ejecución de las obras salieron a la luz restos de la antigua muralla romana del siglo III, parte fundamental del perímetro defensivo de la antigua Híspalis. Este hallazgo, ahora integrado en el diseño arquitectónico, se ha convertido en uno de los grandes atractivos del hotel, permitiendo que visitantes y huéspedes puedan contemplar y estudiar este vestigio histórico
Las actuaciones en el exterior respetan la volumetría y la imagen urbana histórica, limitándose a limpiezas, reparaciones y pintura en las fachadas hacia la Plaza de San Francisco y la Calle Álvarez Quintero
En el interior, el hotel se organiza desde el sótano hasta la cubierta, con 27 habitaciones articuladas en torno a patios de luces que aseguran ventilación cruzada e iluminación natural, evocando la arquitectura doméstica andaluza jugando con el clásico claroscuro sevillano. El lobby, la recepción, los salones, la cocina, el gimnasio y las áreas de servicio se distribuyen en las plantas bajas, siempre alrededor de los patios y abiertos a la luz sevillana.
Cada edificio mantiene su independencia funcional gracias a núcleos de comunicación vertical (escaleras y ascensores), a los que se suman nuevos elementos para garantizar la accesibilidad y cumplir con la normativa de seguridad vigente. El acceso principal se encuentra en Plaza de San Francisco 11, complementado por entradas secundarias para clientes y personal en el resto de los edificios, facilitando así la operatividad.