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Con la apertura de Ruge, el chef murciano Rubén Iborra da un paso más en su carrera profesional. El chef ha decidido dar un paso adelante para emprender un proyecto más ambicioso, trasladando su filosofía gastronómica a un antiguo refugio de montaña de La Jarosa, en plena Sierra de Guadarrama. En este entorno natural, Ruge busca fusionar lo mejor de los fogones de Iborra, con un entorno en el que se quiere desarrollar un proyecto que su propio creador define como un “Mountain Club”.
La cocina de autor del restaurante se especializa en arroces alicantinos de La Vega y murcianos, carnes y pescados cocinados a la brasa, y una barra nikkei con crudos y cortes japoneses. “Mi objetivo es ofrecer algo más que una comida; quiero que cada visita a Ruge sea una experiencia que despierte todos los sentidos y deje una huella en quienes nos eligen. En Ruge, la innovación está presente en cada rincón, pero siempre respetando las raíces y la autenticidad”, afirma Rubén Iborra.
Ruge se enfoca en preservar el entorno natural que lo rodea y cuenta con el apoyo de marcas como Estrella Galicia, Coca Cola, Suntory, Bodegas El Grifo y Bodegas Juan Gil, que comparten la visión de Rubén Iborra sobre la importancia de respetar el producto y el medio ambiente.
La terraza chill-out, a muy escasos metros de la orilla del embalse de La Jarosa, es un lugar para compartir con amigos o familiares, mientras se disfruta de un cóctel o se contempla el paisaje. Ruge también ofrece la posibilidad de organizar eventos privados, celebraciones o encuentros corporativos.
Este nuevo espacio no solo lleva el sello de Rubén, sino que es también un proyecto familiar. Jennifer Ini, su esposa, asume el rol de CEO y gestora administrativa, siendo además la cara visible del restaurante. Su hija, Silke Iborra, lidera la gestión de eventos y la comunicación.